domingo, 13 de diciembre de 2009

Llamado a la solidaridad

Yo se que muchos se van a sentir identificados con lo que voy a escribir, así que por más de que no sea una encrucijada fatal de la vida, me parece que lo que genera y puede generar en mentes tempranas amerita que sea citado.
Pocas cosas me dan tanta impresión como ver a dos personas mayores (dígase mayores a la gente que parece tener la edad de mis papás) chapando abrasivamente. O sea, la gente mayor no chapa, ni tiene sexo. Solo se da piquitos con cara de asco en reuniones familiares.
No quiero que piensen que soy una pervertida que no puede dejar de relacionar todo con sexo, aunque de hecho lo hago todo el tiempo... vaaaaamos, todos lo hacemos; pero es tan común que parece inconsciente ya. De todos modos creo que el tema que acabo de plantear atenta intensamente contra esa capacidad, cosa que no voy a permitir.
El viernes, como todos los dias de semana, me levanté y despues de hacer mi rutina mañanera (salir chorreando de la ducha y rascar ropa de donde haya sin parar de mirar el reloj culpa de haber pospuesto el despertador setenta veces) me conduje caminando por Borges hasta Sta Fe donde me tomo el 152 que me deposita en el trabajo. Semi dormida y con la vista desorientada pero apuntando hacia la ventanilla pensaba en cualquier fruta, como siempre; hasta que de repente volvi en mi y me desayuné (fue lo primero que me comi en todo el día) a una pareja de cincuentones cahapando a lo loco en plena parada de colectivo céntrica de Santa Fe. Tipo nada, esta bueno que la gente se quiera, pero les juro que fue un poco fuerte; esas mándíbulas estaban más que entrenadas. Igual no se que es lo que da impresión realmente y no se porque me quejo, porque yo espero no dejar de hacerlo asi tenga 80 años! Miento, a mi personalmente me da verguenza hacer eso en público inclusive a esta edad; por eso se me agrava tanto la cosa. Pero eso lo veo mañana con Nico, mi terapeuta amigo.
Creo que, en términos generales, el problema es que lo relacionamos directamente con nuestros viejos. La sola idea de pensar como hicieron mis viejos para traerme al mundo me da escozor. No me quiero imaginar a esos pobres pibes que "sin querer" irrumpen en la habitación de sus papás y los enganchan con las manos en cualquier lado menos en la masa. Una mente enferma de ahi en adelante; nunca pasaría el psicotécnico de una multinacional donde tomen psicotécnicos.
Bueno, me voy yendo a casa que debo estudiar. Solo quería dejar esto por escrito y hacer un llamado a la solidaridad para con todas aquellas personas que se estan redescubriendo en esto del amor y quieren NO compartirlo con nosotros, concienticen al resto y ayuden con la causa. Bienvendo sea cualquier aporte. Ah, y a todos aquellos que ya hayan fabricado nenes y quieran seguir en el negocio de traer mentes sanas al mundo (que tanto hacen falta), un consejo: cierren bien con llave y mantengan la idea de que nacemos de un repollo hasta que internet les demuestre lo contrario.

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