viernes, 18 de marzo de 2011

Cach ´n go!

El tema composición de hoy son las decisiones. Creo que el momento en el que uno se hace adulto es cuando realmente se preocupa por el impacto que las mismas puedan generar, o sea, toma conciencia y actua cooperativamente con sus decisiones. Menejar un momento decisorio no es fácil, y la mayoria de las veces mueve tantos hilos dentro nuestro que preferimos ignorar ese momento o bien delegarlo.

Algo que entumece nuestra capacidad de tomar decisiones (y a su vez nos debilita, porque la toma de decisiones es un ejercicio que reafirma nuestra personalidad y nos permite asimilar la realidad de una forma más natural), es la falta de tiempo físico; por dos motivos:
-La falta de tiempo limita la cantidad de alternativas sobre las cuales podemos basar nuestra decisión. Por ejemplo si trabajamos de 9 a 18hs y debemos ir al médico, solo eligiremos dentro de aquellos que atienden fuera de ese horario. Como el hombre es un ser de hábitos, a lo largo del tiempo asumimos que nuestras únicas alternativas son las que encuadran siempre dentro de ese marco y nos llevamos a creer que estamos destinados a trabajar de 9 a 18hs; que no podemos salir de esas opciones. Asi nos olvidamos de que existe la posibilidad de decidir.
-La falta de tiempo duerme a la imaginación. Muchas veces, por no vernos expuestos a la variedad de opciones, omitimos que las mismas existen; mucho menos mantenemos la capacidad de generar opciones de propia autoría.

Otra cosa que me llama la atención de las decisiones es el valor psicológico subyacente que las acompaña: cuando uno decide por algo que siempre deseó hacer, no solamente se siente bien por estar haciéndolo sino por haber tenido el coraje de decidir hacerlo. Es el mejor remedio contra la baja autoestima del mercado. Este es el caso de una historia real que pertenece a un amigo ,cuyo nombre no voy a revelar por cuestiones de confidencialidad; quien decidió dejarlo todo por enseñar ingles a un cuarto grado de enseñanza primaria a menos del 50% de su salario previo, en un turno de 4 horas.

En fin, decidir es como hacer pilates, no hay otra forma de modelarte. Hagámonos tiempo, para decidir; o bien tiempo para nosotros mismos que fomente la decisión. Para esto no hay excusas, se puede hacer desde cualquier lugar y no es arancelado.


Bendito seas.

A decidir que la vida es corta.












PD: Ojalá mi blog se haga famoso y pueda hacer lo mismo :)