jueves, 22 de abril de 2010

Para todos ellos

Lo robé de un blog muy conocido que seguramente tienen presente.
Hoy no me alcanza el espacio en blanco.

domingo, 4 de abril de 2010

Heil Mamma

El miércoles pasado llegué al depto y habia luces prendidas. Pregunto quien es, con un poco de fruncimiento a decir verdad, uno nunca sabe; y me contestan "quien va a ser, soy yo, tu madre". Conté hasta 5 y respirando profundo pregunté desde la pieza para que no notara mi expresión desfigurada "¿pero, vos no venias los jueves y los viernes nada más?"; a lo que me contestaron "bueno, hoy tambien, es semana santa". Dije contando hasta 10 "Mamá, no tengo problema con que vengas (bullshit) pero te pido por favor que me avises antes de venir". Catarata de violencia contesta: "Carolina, esta casa es un poquito de todos" con tono irónico; afirmación que duró 5 microsegundos, mejor dicho; tono quasi-amable que duro ese lapso. Inmmediatamente prosiguió "Esta es mi casa tambien, yo no tengo porque avisar, EEEHHHH". Digo, "Mamá, ya soy grande y tengo mi vida, necesito organizarme; al margen, yo aca asumo obligaciones, te pido que por favor la próxima vez me avises antes de venir". Prosiguió mostrándome su mejor cara y con su mejor voz me señalo "Ahi tenés comida hecha".
Ahora viene la parte en las que les comento el contexto de la cuestión. Yo vivía en Palermo city; alquilaba, mejor dicho. Mis papás tienen un depto en Ballester que estaban a punto de vender. Yo sugerí un acuerdo en el que me comprometía a mantener la propiedad mientras hacía usufructo del bien para evitar la venta y acomodarme un poco la vida financiera; acuerdo en el que mi papá me aseguró "vas a vivir sola". Mi papá tiene su casa en San Miguel; mi mamá la suya en Hurlingham. Peeeeerrro, viernes y sábado trabaja cerca de mi casa. Nadie me avisó que le iba a "convenir quedarse" jueves y viernes; pero para no armar lio y porque en definitiva no iba a dejar de hacerle un favor a mi vieja me quede muzzarella.
Mi mamá es de esa gente que no comprende que hay otros en el globo que pueden tener otras necesidades, opiniones y demás que difieran a las de ella. No obstante, suele ser de esas personas a las que les das el dedo y en su faceta de sumisa termina siendo una manipuladora que te toma el cuello. No el brazo, el cuello; espero quede claro. Para que se den una idea, apenas me mude, empezo consultándome si podía usar de mi pasta de dientes. Hoy dia, entra a nuestro depto pero del que hago uso yo, sin siquiera avisar; poniéndome en una situación incómoda en la cual deseo con todo mi ser cambiar la cerradura de su casa, cuestión que me tiñe con un profundo dejo de culpa, o bien, me olbliga a ser de por demás gráfica dando a entender cuestiones que a ningún padre le gustaría escuchar por más de que asuma cualquier hijo de 25 años puede llegar a practicar. Es de esas personas que te empujan a sacar lo peor de vos, y encima te educaron para sentirte responsable de eso. Un negocio redondo.
La primera charla que tuve apenas me enteré de que iba a "visitarme" regularmente fue sobre el teléfono. En mi casa había línea control (merito absoluto de su autoría); cuando llegué decidi pasarlo a linea libre dado que yo casi ni uso el teléfono y no se justificaba el "control". "Mamá, no tengo ningún problema en que uses el telefono; pero con mensura por favor", dije. Cada jueves o viernes que llego resulta que el inalámbrico está mal colocado en la base. Excepto que ahora los inalámbricos tengan alguna función que desconozca (vieron que ahora la tecnología avanza a pasos agigantados), no pudo haber sido nadie más q Heil Mamma (no es "Heil Hitler", es "Heil Mamma") la de la hazaña. Es cómo les digo, te empuja a que cuando vengan 300 pesos de teléfono no te quede remedio que pedir el desglose de llamadas y, resaltador en mano, ponerle en claro que es de quien. Una situacion chota de por de más. No sólamente chota solo por la situación propiamente dicha, sino porque ella (que de tonta no tiene un pelo) se la vió venir, y te llenó la heladera una semana antes para que vos te sientas bien mierda de hacerle el reclamo.
Resumiendo: tras notar que el jueves siguiente no vino, le hago un llamadín para consultarle que es lo que pensaba hacer de su vida así yo podía planificar en función de eso. Yo no se si tendrá miedo de que la fuerce a firmar algún papel mientras duerme o que, pero respondió ásperamente "Carolina, no entiendo, yo voy cuando quiero; es mi casa y no entiendo que tanto te molesta de que este en medio de tu gente". Ya no pude contar más, de hecho me olvidé de que existieron números alguna vez. ¿No se imaginan lo que pasó? , bue, grité como una bestia "Mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, tengo 25 añosssssss y hay algo q se llama. privacidad, y a mi si me molesta que estés con mi gente" "Si fuera forra, no te pregunto, directamente te cambio la cerradura". Para que! "Si haces eso, olvidate de que soy tu madre!!!" y un rosario de giladas más. "Te corto a la una, te corto a las 2, te corto a las tres". CHAUUUUUUUUUUUUUU. Inmediatamente se añade al tema un llamado a mi viejo de "Hacete cargo, yo ya no puedo con esto; si no me das una mano me mudo". Y se q ese grito que acababa de mandarme iba a ser utilizado en mi contra en la corte de Juez Padre.
Al fin de cuentas, dudo ella considere que me pasé todo el finde largo de Semana Santa con un nudo en la panza por culpa del episodio. Dudo que haya reflexionado al respecto, mucho menos que le haya afectado. Ni hablar de ponerse un poco en mi lugar. Despues los padres pretenden de que uno saque fuerzas para enfrentarse al dia a dia: la facu, el trabajo (no siempre placentero), se concentre para estudiar, no se estrese; si ellos mismos a veces se encargan de ponerte una piedrita más al hombro en las pequeñas cosas de la vida. Les cuesta bajarse del pedestal de padres y en su afán de no perder su lugar, quedan ridiculizados ólvidandose de escuchar. Escuchar a los hijos, que es lo más importante en la relación familiar. Como si eso fuera poco, se soreprenden cuando acudimos a un psicólogo: "Señora, su hija no se da su lugar porque nunca le respetaron su espacio; por eso le cuesta hacerse valer en el trabajo"... "Realmente no se cuando no le respeté su espacio, yo crié a todos mis hijos por igual y sus hermanos no tienen ese problema". Seguramente no, seguro simplemente son homofóbicos; sólo que como tienen miedo de que opine al respecto (por lo muy estresante) prefieren simplemente no comentarlo. O tienen miedo de que les deje de llenar la heladera. Una de dos.